Beneficios de construir un parque y área de juegos inclusivos

Construir un parque inclusivo con espacios de juego para niños y niñas de todas las capacidades beneficia a todos en la comunidad, obteniendo mejoras en la salud física, mental y social. Las discapacidades físicas, mentales o de aprendizaje no deben ser barreras para disfrutar de los atributos de plazas, parques o patios de colegio. 

Una de las claves para las estructuras inclusivas es garantizar que todos puedan jugar con los módulos disponibles, estimulando las experiencias sensoriales, cercado, zonificación y uso de superficies. Con estos elementos, todos los niños se sienten bienvenidos a divertirse.

Los parques infantiles inclusivos pueden requerir más planificación, pero los beneficios son observables en el corto plazo. Acorde al Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad, ENDISC II, en Chile el 16,7% de la población de 2 años y más tiene discapacidad, es decir, casi 3 millones de personas. Estas discapacidades incluyen el aprendizaje, el habla y la audición, el autocuidado y la deambulación. 

Las zonas de juego inclusivas respetan que los niños tengan diferentes necesidades de aprendizaje y desarrollo, permitiéndoles sentirse parte del grupo de amigos en el juego.

Promoviendo la diversidad en la comunidad

Los niños en situación de discapacidad y sus familias necesitan sentirse parte de una comunidad. Suelen verse aisladas y "sobrecargadas" por las responsabilidades financieras, la atención médica, el estrés y otros factores de la vida. Incluso los hermanos de niños con discapacidades pueden sentir que tienen menos posibilidades de interacción social. 

Aunque la accesibilidad proporciona una forma de abordar esto, es la inclusión la que fomenta la interacción entre niños, promoviendo conexiones sociales y reduciendo el aislamiento.

Las plazas y parques inclusivos brindan espacios donde toda la familia puede divertirse, permitiéndoles jugar y pasar un rato agradable siendo niños, lejos del estrés que puede traer el aislamiento.

Proporcionar un área de juegos inclusiva en el barrio, distingue a su comunidad como un lugar acogedor para todo tipo de familia. Lamentablemente, estos parques no son tan frecuentes de encontrar a lo largo del país. 

Un área de juegos inclusiva establece en niños y niñas conexiones con personas diferentes a ellos, ya sea en economía, cultura, raza, capacidad física, desarrollo mental o crecimiento emocional, encontrando puntos en común que los unen e impactando positivamente a sus padres, y estableciendo sus propias relaciones con los padres de otros niños.

Beneficios en el corto plazo

Los niños usan el juego para construir parte de su identidad. La libertad de jugar fuera de las normas establecidas les permite ser creativos y pensar en sus propias reglas de juego. Con sitios inclusivos, todos los niños y niñas pueden llevar su creatividad a los juegos colectivos.

Por otro lado, el juego hace que la actividad física sea más divertida. Muchas veces, los recreos en el colegio son el único momento en que tienen actividad física. Instalar un área de juegos inclusiva cerca del hogar ayuda a mejorar la salud física y bienestar mental, y disminuyendo el riesgo de osteoporosis, obesidad, diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades cardíacas y presión arterial alta. Invertir hoy en niños activos de todas las capacidades conducirá a un grupo de adultos más saludables.

Niños felices promueven adultos felices

Las plazas y patios del colegio brindan a los niños y niñas de todas las capacidades la oportunidad de disfrutar sin sentirse excluidos. Al hablar con otras personas y escuchar sus experiencias, comienzan a comprender las dificultades que sus amigos han tenido que atravesar en la vida. Esta comprensión promueve la empatía, volviéndose más comprensivos con otras personas.

Las zonas de juego inclusivas hacen posible la equidad en el juego al garantizar que los niños puedan disfrutar del mismo tipo de actividades, sin importar sus habilidades. Cuando los niños tienen oportunidades similares de sentirse desafiados, divertirse y participar socialmente, se encuentran en un entorno que promueve la equidad para todos. 

La sensibilidad a las necesidades especiales de los demás proviene de la construcción de relaciones. Las interacciones sociales en una plaza inclusiva significa el aprendizaje sobre cómo otros tienen necesidades físicas, mentales o de aprendizaje distintas a las suyas, promoviendo la empatía y sensibilidad. 

En Fahneu trabajamos para llevar los beneficios del juego a plazas, parques y patios del colegio. Creemos que una grata experiencia de juego ayuda a desarrollar hábitos sociales saludables para toda la vida en los niños. En Fahneu lo podemos ayudar a crear un área de juegos para todos que une a niños de todas las habilidades.